Christopher Nolan, visionario director fílmico, caracterizado por componer sus obras en una narrativa estructural no linear: Pi, Memento, Insomnia, Batman inicia, El Caballero obscuro, presenta como la trama principal de una de sus obras la batalla de voluntades de dos individuos obsesionados con vencerse el uno al otro aunque esto les cueste la vida. El Prestigio nos muestra la historia de dos magos de finales del siglo IXX enredados en una venganza y contra-venganza mutua. Esta película, tiene como trasfondo la lucha verdadera, sin cuartel, entre dos “magos” reales de la ingeniería: Thomas Alba Edison y Nikola Tesla.
Thomas Edison fue un inventor extremadamente prolífico (más de 1.000 patentes en USA y Europa). Sus más reconocidas invenciones las realizó en el campo de las comunicaciones y los primeros intentos en las telecomunicaciones masivas. Desde pequeño se caracterizó por ser muy seguro de sí mismo y de su futuro. Su educación pasó de ser dada en una escuela católica a la enseñanza privada dictada por su madre. Ya a esta precoz edad demostraba gran facilidad para los negocios y el intercambio de servicios, vivió cerca de la estación del tren donde se dedicaba a la vente de dulces, periódicos y vegetales. En su juventud se lo conoció por ser un “fanfarrón con suerte”; salvó de milagro al hijo del operador del telégrafo de ser arrollado por el tren, éste le ofreció trabajo como su ayudante; empieza así su coqueteo con la ciencia pura y aplicada, la experimentación mecánica y eléctrica. Pasó a trabajar para la Western Union y la Associated Press. Finalmente su momento llegó: En Menlo Park – New Jersey instaló su laboratorio, el primer “centro de experimentación industrial” donde alcanzó la fama con su fonógrafo patentado: un salto en la evolución de las comunicaciones.
A través de los años, su terquedad científica/mercatilista fue muy conocida, incluso se hizo una parodia a esta su actitud: En un episodio de la serie animada Los Simpsons Homero Simpson siente envidia por lo prolífico de la invención de Edison, es más, dos de sus inventos son atribuidos póstumamente a Edison: una silla que nunca se cae hacia atrás y un martillo eléctrico demasiado potente. Edison es muy querido en Norteamérica, tal vez es porque él representó el american way of life, en su fase de descubrimientos y osadía. Esta época dorada fue muy corta: muy pronto se corrompió y se transformó en la inmoral e inhumana maquinaria de consumismo excesivo que es ahora.
Nikola Tesla conoció el sufrimiento de ser un errante sin tierra y sin nación: tuvo que autoexiliarse de su natal Croacia siendo él un serbio étnico que vivía bajo una dominación austriaca. Era un hombre increíblemente ingenioso y algo excéntrico. Despertaba la fascinación de quienes lo conocían, su personalidad era muy fuerte a pesar de ser él un hombre pacífico que hablaba despacio y sin exaltaciones y con un fino acento serbo-croata. Es descrito como el “inventor más importante de era moderna” su área de investigación incluía el electromagnetismo, el flujo de la densidad eléctrica, la ingeniería electromecánica, la básica de rayos X, la comunicación inalámbrica (radiocomunicación) y más. Fue conocido como “el padre de la física moderna”, “el hombre que inventó el siglo XX”, un hombre sin tiempo. No por nada Christopher Nolan escogió a David Bowie (si, EL Bowie) para caracterizarlo en su obra El prestigio, un ser “extraordinariamente carismático”. Tesla obtuvo la ciudadanía norteamericana. Durante esta época desarrolló algunos de sus más reconocidas invenciones eléctricas. Nunca le agradó la fama, se retiró hacia la pequeña comunidad de Colorado Springs, donde se sintió cómodo con su gente que respetaba su privacidad, en agradecimiento él proveyó a la ciudad del primer alumbrado público.
El enfrentamiento entre Edison y Tesla empieza a su arribo a Estados Unidos. Este llegó con una carta de un científico amigo suyo que lo recomendaba a quien sería su némesis: Thomas Alba Edison, para que trabajase para él (para ese entonces ya un rico empresario) Edison, junto a Henry Ford y Harvey Firestone eran llamados pomposamente “los padres de la modernidad”. Edison le prometió a Tesla pagarle una excelente suma de dinero si potenciaba sus empresas, Tesla trabajó día y noche, convirtiéndose en su ingeniero más valioso. Cuando pidió el pago, Edison se burló de él indicándole que no conocía el humor norteamericano. Tesla se independizó al poco tiempo, fue apoyado por George Westinhouse y así comenzó su leyenda. El punto culminante de su lucha llegó cuando Edison promovía su invento de corriente directa (DC) para el uso masivo, Tesla paralelamente presentaba un sistema más eficiente la corriente alterna (AC). Edison tomó esto como una afrenta personal y trató varias veces de sabotear a Tesla (utilizando matones para intimidarlo). Así se dio inicio a lo que la prensa llamó “La guerra de las corrientes” (AC/DC).
Incluso cuando se buscaba al novel en física de 1915, se postularon los nombres de Edison y Tesla, pero ambos rechazaron su nominación porque ninguno quería recibirlo después del otro, o peor aún compartirlo. Cada uno intentaba superar al otro, buscaban mejorar la humanidad a través de sus invenciones, pero cada uno desde su perspectiva: Edison buscando un beneficio económico y Tesla abstrayéndose de la misma humanidad a la cual servía.
(Artículo publicado en el periódico Los Tiempos)
No comments:
Post a Comment