Monday, July 29, 2013

The Wolverine




“Odio Japón, es tan hermoso…” Es así como se refiere Logan (Wolverine) a su retorno a Japón años después de la muerte de Mariko Yashida, su esposa. Está claro que me refiero a la continuidad del cómic, no la fílmica, aunque la cita a la que me refiero: Wolverine, enemigo del Estado es muy buena y podría ser una posible continuación a la aventura en Japón en la versión fílmica.

En la última entrega cinematográfica de la historia de los mutantes del universo Marvel, Wolverine: Inmortal (The Wolverine), Hugh Jackman retoma el rol del hombre quien es el mejor en lo que hace, me refiero a Logan, el Wolverine y lo hace de forma grande, con una de sus mejores aventuras, escrita por el mismísimo Frank Miller en 1982 (usted probablemente oyó de él previamente). Entre sus referencias de adaptaciones cinematográficas tenemos a Sin City, 300, Batman: Año uno y alguna que otra cosita interesante.

La película está dirigida por James Mangold (3:10 a Yuma) y tiene una duración de 126 minutos. La producción fue rodada tanto en Europa como en el Japón. La fotografía es fantástica, las secuencias en Japón son casi surrealistas, hasta cierto punto, oníricas y transportan al público a un estado casi Zen. El Director logró recrear ese aire místico que nos mostró Miller en su saga del ’82.

La elección de los personajes fue correcta: La bella Mariko, la sagaz Yukio, el fiel Harada (quien en cómic es un intrépido detective de Madripoor). La inclusión de Ichiro Yashida, jefe del clan del mismo nombre, es una adaptación del maestro de Logan en su época en Japón: El maestro Ogun.

La secuencia inicial, parte de un viejo recuerdo de Logan durante sus años en la Segunda Guerra Mundial y su paso previo por Nagasaki, alimentan el mito que rodea al personaje principal, tanto en el cómic, como en el cine: El Wolverine, un ser salvaje, casi animalesco, pero quien lucha por demostrar lo mejor de su humanidad.

Puntos sobresalientes fueron las secuencias del intento de rapto por los Yakuza y  el Shinkanzen (el tren bala japonés), a pesar que la misma no sucede en el cómic, sí fue una muy buena forma de contar aquello que Logan le reclama a Yukio: “¡Ese es el Shinkanzen mujer, Quieres morir joven!”.

Puntos flacos del filme fueron las presencias de Viper y del político japonés. En el caso de ella, a pesar que ser una mujer despampanante, su incidencia en el filme fue innecesaria.  

La película logró aquello que Frank Miller rescató décadas antes, el presentar a Logan, no solo como una máquina de matar, sino como un hombre en busca de su destino, de su honor como samurái y al igual que un tigre herido, es más peligroso cuando lo acorralan.

“I’m the best there is at what I do. But what I do isn’t very nice.”
The Wolverine