La película tiene una duración de 95 minutos y se desenvuelve principalmente en narrar cómo es un día en la vida del implacable Juez Dredd, personaje que fue creado por John Wagner y dibujado por Carlos Ezquerra. Wagner creó el concepto de la ley de los Jueces en un futuro distópico, donde los niveles de criminalidad se vuelven incontrolables y la legislación de Estados Unidos opta por transferir toda la responsabilidad de juez, jurado y ejecutor en una sola figura: Los jueces. Ellos tiene la facultad de detener a los posibles criminales y aplicar directamente la ley con sus manos, inclusive la pena de muerte instantánea. Este concepto extremista de Wagner es el resultado de la sátira que él vio en la aplicación de las leyes por parte de los operadores, que en muchos casos son totalmente incapaces o demasiado corruptos, además de la exagerada violencia y cinismo del mundo moderno y sus modelos de diversión, en especial del cine estadounidense de los 70's y 80's (y todo lo que vino con dichas décadas: la guerra fría, la era Reagan, brutalidad policial, el boom de las drogas, etc.)
Wagner, quien es un gran fanático de las películas de Harry el sucio, quería presentar a un personaje que satirice todo ese momento, en especial a los modelos de autoridad. Pidió al dibujante español Carlos Ezquerra que se base en el personaje de Cassanova Frankenstein, de David Carradine, en la película Deathrace 2000 para dar forma física al temible Juez Dredd (del cual su nombre es un juego de palabras derivado del inglés dread: temor).
Dredd no tiene ninguna relación con la versión de 1995 (Juez Dredd), protagonizada por Sylvester Stallone, la cual es el pésimo ejemplo de cuando se cree que porque es una obra basada en un comic debe ser para niños, lo cual no necesariamente cierto, además dicha versión es terriblemente mala en todos sus aspectos. Dredd es una película bastante pesimista, de un tono obscuro y altamente violenta (yo la clasificaría no apta para menores de 18 años). Dredd se enfrenta con el negocio de las drogas, las pandillas y el crimen organizado, además de la corrupción en sus propias filas.
El filme mantiene un buen ritmo de la trama: introducción de los personajes, presentación de la situación y el gancho dramático, en algunos momentos la situación se estanca (como el pedido de "alto" de Dredd al Juez Lex) y el final es algo abrupto pero diferente. El aspecto técnico es altamente positivo (la filmación en Sudáfrica proporcionó grandes ventajas a la producción y al desarrollo de la obra). Tácticamente es altamente verídica y satisfactoriamente coordinada, se aprecia que los actores estuvieron muy bien asesorados y practicaron bastante su trabajo como equipo de asalto.
Urban mantuvo el mito que rodea al Juez Dredd: " el hombre sin rostro".
El personaje de
Esta película es una de las pocas que realmente me gustaría volver a verla en su calidad de 3-D, junto a Prometheo, de Ridley Scott.
