Friday, February 22, 2013

ZERO DARK THIRTY, entre la realidad, la ficción y el documental

Zero Dark Thirty sorprende y se queda con las taquillas

El término Zero Dark Thirty es designado por el Ejército de los Estados Unidos al tiempo transcurrido entre las 00:00 y las 00:30 horas, es entendido como el momento más obscuro de la noche porque no es propiamente un nuevo día ni tampoco algo más del día anterior. Kathryn Bigelow, directora ganadora del Oscar a mejor película y mejor dirección en 2010 por The Hurt Locker (El casillero del dolor, En tierra hostil) la cual narra la vida diaria de un grupo antiexplosivo militar estadounidense en la guerra de Irak entre los periodos 2003-2004, presenta ahora el seguimiento, identificación y asesinato en 2011  de Osama Bin Laden, líder máximo de la red terrorista Al Qaeda.  
Katheryn Bigellow, durante un momento de la filmación
La película tiene una duración de 157 minutos y fue producida por Mark Boal y Kathryn Bigelow, escrita por el mismo Mark Boal. Fue financiada independientemente por los estudios Annapurna Pictures.  

Desde un inicio Zero Dark Thirty (La noche más obscura) se enfoca en un solo personaje principal: Maya (Jessica Chastein) una joven agente de la CIA la cual se obsesiona con la persecución de Osama Bin Laden. Lo sobresaliente del personaje, más allá del resultado final de dicha operación de más de 10 años de duración, es que ella logra situar al público dentro el contexto interno del film. Maya refleja la transición del público (no solamente estadounidense) en la búsqueda y captura de OBL (Osama Bin Laden) una obsesión mundial, un mito sobre la cacería humana y lo infructuoso del esfuerzo por encontrarlo. Durante la primera década del nuevo milenio Estados Unidos nos vendió la noticia de que OBL era el enemigo público mundial número uno, que representaba al “eje del mal” (torpes palabras de un torpe George W. Bush). Pero después de ver hasta el cansancio la caída de las Torres gemelas (con las sinceras disculpas para las víctimas) todos hablaron en algún momento sobre el tema.    
El hombre de los monos

La evolución de Maya a lo largo del filme no es del todo constante. En un principio ella logra reflejar la incomodidad pública hacia la extracción de información por medio de la tortura (y sí, durante los primeros años de la “guerra contra el terror” se permitía esta práctica para obtener información vital, hecho todavía duramente criticado) pero a medida que avanza la historia, ella va dejando de expresar emociones y se convierte en casi un robot. Probablemente esta fue la intención de la Directora, el lograr que Maya sea un fiel reflejo del público: incapaz de incidir en el filme, pero espectador fiel de lo que está viendo.

Bigelow triunfó allí donde otros directores y otras películas sobre el mismo tema o similar fallaron. Ridley Scott, quien dirigió a Leonardo di Caprio en Body of Lies (Red de mentiras) y The Kingdom (El reino, con Jamie Foxx) erraron en su intención de mostrar cómo funciona Al Qaeda; que obscuras intenciones guían su proceder y cosas así. Tal vez el mayor triunfo de Zero Dark Thirty es que toca estos temas desde la perspectiva de la investigación, desde el ojo público, ya que desconocemos al igual que todos los personajes cómo es realmente la vida dentro un grupo extremista. A mi parecer la mejor película sobre este tema es Essential Killing, con Vincent Gallo. 

Técnicamente, la película está muy bien realizada. Bigellow es experta en situar al espectador en el contexto social y ambiental de sus obras, ya lo vimos en The Hurt Locker y en Point Break (con Keanu Reeves y Patrick Swayze). La fotografía muestra en los detalles (como los mercados o los agentes infiltrados) una realidad muy diferente a la cotidiana estadounidense. La filmación de exteriores se la realizó en la India incluida la recreación del complejo de Abbotabad, Pakistán donde OBL fue ejecutado.  
Operadores del SEAL Team Six durante el asalto al complejo en Abbotabad

Tácticamente se refleja fielmente los procesos de seguimiento y espionaje de los operadores CIA pakistaníes hacia sus objetivos, el asalto al complejo, la intervención del SEAL Team Six junto a miembros del Delta Force y operativos K9 y los desconocidos hasta el momento Stealth Black Hawks que trasportaron a los Canarios y de los cuales uno se estrella en plena operación. Bigellow prefiere mostrar a los operadores como humanos, llenos de preguntas y contradicciones pero finalmente entrenados para explotar lo peor de ellos.

La noche más obscura fue ese proceso de 10 años en los cuales todos sufrimos de una u otra forma esa mediatización total de la guerra televisada, de la búsqueda de justificaciones a la aplicación del dolor y la tortura. Fue el reflejo de ver a todas las víctimas como un programa más.