Monday, November 5, 2012

5 DE NOVIEMBRE


Remember, remember the fifth of November…, the gunpowder, treason and plot, I know of no reason why the gunpowder treason Should ever be forgot  Guy Fawkes, Guy Fawkes, t'was his intent to blow up King and Parliment. Three-score barrels of powder below to prove old England's overthrow; By Hell's providence he was catch With a dark lantern and burning match. Holloa boys, holloa boys, let the bells ring. Holloa boys, holloa boys, God do not save the King! “.

Esta rima de 1605, pertenece al poema que narra las acciones de Guy Fawkes (o “Guido” Fawkes como fue conocido cuando militó en los Tercios Viejos del Rey de España en la guerra contra Flandes). Su notoriedad es conocida en el Reino Unido por ser el conspirador y casi autor del mayor atentado del siglo XVII en contra de la Monarquía y la Corona Inglesa: El estallido de la Casa del Parlamento y el consecuente asesinato del rey Jorge I. El motivo: El hacer de una protesta individual un acto simbólico en contra de la corriente protestante de la Corona; siendo que Fawkes era partidario de la iglesia católica en Roma. Pero esto va más allá de ser una protesta religiosa: Él, junto a sus copartidarios, se convierte a través de la mitificación de sus actos (siendo en un principio condenados hasta el punto del desprecio humano) en un referente actual del escaldamiento social que se siente en contra de las monarquías de la vieja guardia (como la británica por ejemplo).

Guy Fawkes aprende sus destrezas anarquistas, propias de los futuros “revolucionarios” que no temen enfrentarse a regimenes opresores de tendencias conservadoras (a pesar de que Guido era católico, y paradójicamente, iba en contra de una de las rupturas eclesiásticas más liberales que sucedieron en la historia: el protestantismo).

Armado ya del conocimiento propio de los horrores de la guerra y de su nuevo enfoque proto-anarquista, Fawkes, siendo el más indicado para el trabajo, se abastece de 800 Kg. de pólvora para intentar dejar en los aires el palacio de Wesminster durante la apertura de la hipócritamente llamada “Cámara de los Lores”. Sólo una carta anónima y traidora puso en alerta al Secretario del Estado evitando así que la madrugada del 5 de Noviembre de 1605, el cielo londinense despertara con la obertura de Chaikovski  (en do elevada a la pólvora mayor). Fawkes, sentando precedente 300 años antes sienta precedente a futuros revolucionarios barbudos y bigotudos.  Aun bajo tortura (aprobada por su Majestad en persona como un “caso especial “) no revela la identidad de sus camaradas, y 4 días después de intenso sufrimiento da nombres de quienes ya fueron apresados o muertos bajo persecución. Fawkes termina sus días siendo abucheado frente la horca, donde evitando el último placer a los torturadores, salta antes de tiempo suicidándose antes que ser ejecutado. Es su legado ahora celebrado cada vez que se recuerda esta fecha (la noche de Guy Fawkes).

Recuerden, recuerden el 5 de Noviembre…un hombre, armado únicamente con su valor y determinación (y 38 barriles de pólvora), se enfrentó al Imperio, y aunque perdió la batalla, su hazaña fue y es cantada por juglares modernos como The Sex Pistols, The Smiths, The Clash, John Lennon y Jhetro Tull, y contada por dramaturgos como T.S. Elliot, Ray Bradbury, Alan Mooore, Charles Dickens, Herman Melville, John Milton y Beavis y Butt-head.

(Artículo publicado en el periódico Los Tiempos:

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