Wednesday, October 31, 2012

Traidores políticos de ayer y hoy

Amargo Mar, la todavía polémica película boliviana del director Antonio Eguino, tomó como  temática la Guerra del Pacífico y la pérdida de nuestro litoral a manos del Ejército chileno. Basada en Guano Maldito, presentó cómo intereses de empresarios bolivianos, junto a malos elementos del entonces Alto Mando del Ejército boliviano, traicionaron a la Patria por intereses políticos y monetarios.

En el filme, se muestra la alianza entre Aniceto Arce y Narciso Campero para  lograr el descontento y desobediencia entre el Ejército Boliviano hacia el Presidente Hilarión Daza en plena etapa bélica. Segundo: Arce deseaba asegurar sus empresas mineras (que explotaban plata, haciéndolo el primer millonario de Bolivia) aseguren su exportación a través de puertos chilenos, y si llegaba a consolidarse el impuesto de 10 centavos por quintal a la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta, su imperio comercial se vería en serias dificultades. Propone entonces a Campero su apoyo para frustrar los planes de retoma de territorio boliviano y así él apoyaría la elección Campero como Presidente tras el golpe a Daza. Fue Arce quien, a la cabeza del Partido Pacifista (después Partido Conservador), indica que el litoral boliviano era indefendible, y que se debía negociar con Chile para reducir las pérdidas.

Este 23 de marzo, nuestro Presidente anuncia que se presentará una demanda internacional hacia Chile porque a pesar de la Agenda de 12 Puntos, el Estado chileno no demostró responsabilidad seria de dialogar sobre territorio soberano Boliviano nuevamente en las costas del Pacífico. Chile arguye que el tema fue zanjado en 1904, pero no reconoce que son los mismos gobernantes chilenos quienes continuamente faltaron a dicho documento. El estado chileno al conocer la intención de Bolivia de acudir a tribunales internacionales lanzó el grito al cielo arguyendo que provocaría dificultades a la Agenda binacional, es más, los sectores más conservadores chilenos, furibundos, piden el cese de dichas conversaciones con la diplomacia boliviana.

Lo que me dejó totalmente asombrado e indignado como patriota boliviano es ver acciones similares a las de Aniceto Arce, y pedir disculpas a representantes chilenos por las decisiones tomadas por el Primer Mandatario. Poco después de la declaración Morales, dos Senadores nacionales: uno oficialista y otro de  oposición, fueron invitados a un programa televisivo que tuvo contacto telefónico con un Senador conservador chileno. Éste demostró su molestia por dichas acciones a seguir; acciones que fueron tomadas no por el individuo Evo Morales, sino por el Primer Mandatario del Estado Plurinacional, al hombre que no solo debemos respeto como líder nacional, sino como conductor principal de la política tanto nacional como internacional. Consultado en ese momento el Senador opositor nacional indicó sentir vergüenza ajena del Presidente, es más pidió disculpas al Senador Chileno…Pedir disculpas a quien representa el robo del antes territorio boliviano es para mí un acto de traición. Sólo para expresar su repudio a la actual política nacional, él como representante de un sistema  de partidocracia moribunda, se doblegue ante el usurpador es algo detestable y patrióticamente traidor.     

Hay que resaltar que no toda la oposición tomó dicho camino; hay muchos de ellos quienes apoyan la decisión presidencial. Los problemas políticos y sociales deben ventilarse internamente, si la oposición no tiene más recursos para debatir y opta por desacreditar, demuestra esto la pobreza de su propuesta política.

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