Thursday, October 16, 2014

DE RELOJES, PROMESAS Y DEMAGOGIAS


Las pasadas elecciones nacionales demostraron, más allá de la fuerza y protagonismo del presidente Morales y de su partido político; el Movimiento Al Socialismo, la pobreza total de la oposición (centro-derecha) en el país. Pobreza de propuestas, de programas de gobierno, de alternativas y de protagonismo.


Es evidente el gran problema por el que atraviesa hoy el Tribunal Supremo Electoral, por la pérdida de credibilidad general al no entregar los resultados oficiales en los tiempos que ellos mismos se fijaron, a la par de los tiempos establecidos por Ley y que dan un mayor margen de entrega de los datos finales. Dicho retraso y lluvia de críticas, tuvieron eco incluso en las ratificadas máximas autoridades del país, quienes expresaron este “jalón de orejas” nacional al Ente Electoral.   


Pero es la actitud de la oposición y de muchos de sus operadores mediáticos, quienes buscan tres pies al gato al momento de interpretar la victoria aplastante del partido político en función de Gobierno. Escribo aplastante, porque definitiva sería aquella superior al 70% de la preferencia del electorado. La realidad de la victoria no es concebible para quienes, a través del juego de palabras y números, buscan desestimar el triunfo en ocho de los nueve departamentos del país. Es más, hay figuras públicas que interpretan y reinterpretan sus diálogos y guiones para no quedarse atrás y no contradecir sus pronósticos previos al día de la Elección. Están los que científicamente y con un método sociológico aceptan la victoria de Morales, pero que disfrazan la envidia y saña propia de derecha derrotada.


Y están las ovejas, quienes afirman que el triunfo de Evo Morales y del MAS es en realidad una derrota política y electoral, cosa por demás absurda. El Movimiento Al Socialismo logró algo que en gestiones previas no se pudo: Derrotar a la oligarquía en su propia casa y con su misma gente. El festejo en el Cambódromo de Santa Cruz y el triunfo en Pando demostraron que la estrategia de marketing político del MAS en parte del Oriente del país sí funcionó. La propuesta de Sun Zu, de vencer e incorporar al enemigo dio frutos, porque la política es el arte de tragar sapos, cosa con la que no estoy de acuerdo, pero que la realidad de algunos humanos así lo demuestra.


Fue la centro-derecha la perdedora, la derrotada por causas externas, ó por la ineficiencia e ineficacia de sus campañas electorales, del reciclaje de sus candidatos y de la, nuevamente reiterada, pobreza de propuestas nacionales. Y que ahora, como metáfora de su situación, no saben dónde esconder sus relojes y corbatas.

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